Las patas que mueven el mundo
El paleontólogo David Grimaldi, del Museo de Historia Natural de Nueva York, ha afirmado que "los insectos son los que mandan en el planeta Tierra, no los humanos, porque son los que mueven la materia orgánica", y sin ellos, "el ecosistema colapsaría".
Grimaldi es uno de los 120 paleontólogos, entomólogos y estudiosos de los ecosistemas de veinte países del mundo que están reunidos en Vitoria en el Congreso FossilsX3, que se inauguró el día 4 y termina el 9 de mayo. Actualmente, este experto en insectos fósiles está investigando la historia evolutiva del ámbar (resina fosilizada) de Birmania, un poco más reciente que el ámbar de Álava.
En comparecencia ante la prensa, confesó que una de sus pasiones es estudiar la evolución de las hormigas. Recordó la importancia de estos insectos en los ecosistemas actuales y pasados, pero explicó que las hormigas no han estado en el planeta Tierra siempre. "Antes de hace 110 millones de años no existían y es seguro que su aparición y su papel ecológico ha sido una revolución", subrayó.
Respecto a los insectos en su globalidad, dijo que existen millones de insectos y aseguró que "son los que mandan en el planeta tierra, no los humanos, porque hay grupos de insectos que son los que mueven la materia orgánica, haciendo que pueda servir para crear nuevas plantas, por ejemplo".
En este sentido, se refirió al caso concreto de las termitas y advirtió de que "si desaparecieran del planeta, se produciría un caos ecológico increíble, los ecosistemas tan importantes como las selvas colapsarían y asistiríamos a una crisis muy grande".
"Para los humanos sería una catástrofe, cambiaría el oxígeno, el régimen de lluvias, perderíamos ingente cantidad de especies de plantas", agregó. Carmen Soriano, doctora en Paleontología de la Universidad de Barcelona, ahondó en esta cuestión y explicó que las hormigas, por ejemplo, "son las mayores removedoras de materia que hay en la Tierra".
Por tanto, "el sistema también colapsaría sin insectos como las moscas o las cucarachas, que todo el mundo piensa que son cosas asquerosas, horribles y quieren acabar con ellas, pero si las larvas de mosca no procesaran todos los detritus que se produce de la materia orgánica, los sistemas colapsarían", incidió.
Otro experto destacado que participa en el congreso de fósiles de Vitoria es Bernhard Misof, del Museo de Zoología de Bonn (Alemania) quien aseguró que "de los dos millones de insectos que se han descrito, se conoce bien la evolución de tan sólo un 20%", por tanto, "aún queda mucho trabajo por hacer". Tanto Grimaldi como Misof se mostraron muy interesados en los yacimientos de ámbar de Peñacerrada (Álava) donde se han encontrado insectos y microorganismos de la época de Cretácico Inferior, es decir, de hace 110-120 millones de años.
Grimaldi es uno de los 120 paleontólogos, entomólogos y estudiosos de los ecosistemas de veinte países del mundo que están reunidos en Vitoria en el Congreso FossilsX3, que se inauguró el día 4 y termina el 9 de mayo. Actualmente, este experto en insectos fósiles está investigando la historia evolutiva del ámbar (resina fosilizada) de Birmania, un poco más reciente que el ámbar de Álava.
En comparecencia ante la prensa, confesó que una de sus pasiones es estudiar la evolución de las hormigas. Recordó la importancia de estos insectos en los ecosistemas actuales y pasados, pero explicó que las hormigas no han estado en el planeta Tierra siempre. "Antes de hace 110 millones de años no existían y es seguro que su aparición y su papel ecológico ha sido una revolución", subrayó.
Respecto a los insectos en su globalidad, dijo que existen millones de insectos y aseguró que "son los que mandan en el planeta tierra, no los humanos, porque hay grupos de insectos que son los que mueven la materia orgánica, haciendo que pueda servir para crear nuevas plantas, por ejemplo".
En este sentido, se refirió al caso concreto de las termitas y advirtió de que "si desaparecieran del planeta, se produciría un caos ecológico increíble, los ecosistemas tan importantes como las selvas colapsarían y asistiríamos a una crisis muy grande".
"Para los humanos sería una catástrofe, cambiaría el oxígeno, el régimen de lluvias, perderíamos ingente cantidad de especies de plantas", agregó. Carmen Soriano, doctora en Paleontología de la Universidad de Barcelona, ahondó en esta cuestión y explicó que las hormigas, por ejemplo, "son las mayores removedoras de materia que hay en la Tierra".
Por tanto, "el sistema también colapsaría sin insectos como las moscas o las cucarachas, que todo el mundo piensa que son cosas asquerosas, horribles y quieren acabar con ellas, pero si las larvas de mosca no procesaran todos los detritus que se produce de la materia orgánica, los sistemas colapsarían", incidió.
Otro experto destacado que participa en el congreso de fósiles de Vitoria es Bernhard Misof, del Museo de Zoología de Bonn (Alemania) quien aseguró que "de los dos millones de insectos que se han descrito, se conoce bien la evolución de tan sólo un 20%", por tanto, "aún queda mucho trabajo por hacer". Tanto Grimaldi como Misof se mostraron muy interesados en los yacimientos de ámbar de Peñacerrada (Álava) donde se han encontrado insectos y microorganismos de la época de Cretácico Inferior, es decir, de hace 110-120 millones de años.
Fuente: Agencia EFE
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