13 febrero, 2008

Mamuts con cuatro ruedas

Son las preferidas de los futbolistas. No se trata de modelos top ni de vedettes infladas por la maestría de los cirujanos, sino de los vehículos 4x4. Los jugadores de fútbol no encarnan, precisamente, la imagen de árbitros del buen gusto, pero sí puede considerárselos un eficaz termómetro para medir la fuerza de este fenómeno que ha introducido en el paisaje urbano un artefacto que, en principio, fue pensado para ser usado en el medio rural.
Cuando la industria automotriz parecía entrar en razones por la fuerza de los hechos, al fabricar unidades cada vez más chicas, surgió en los últimos años esta contrarreforma que impuso la moda de la sobredimensión y el alto consumo de combustibles. Contra la proliferación de estos verdaderos tanques para uso civil, ha surgido un movimiento que, especialmente en Europa, empieza a tomarlos por un enemigo real del mundo civilizado y el medio ambiente.
Las camionetas todo terreno son consideradas por estos activistas como "el vector psicológico de una cierta forma de potencia machista". Sostienen que, como con todos los objetos de consumo, la publicidad busca convencer al comprador de que, con la adquisición, ha aumentado su importancia como persona. Mezclando al ser y el haber, sus usuarios caen presa del mito del macho dominante y su fortaleza por encima del resto, de los débiles.
El lema de los movimientos anti 4x4 es "Not safe, not clean, not cool" ("ni seguro, ni limpio, ni canchero") y proponen, como mínimo, que se les cobre más impuestos y precios más caros en los estacionamientos. Los más radicales abogan por su prohibición lisa y llana en las zonas urbanas de alta población. Su activismo no vive de las fotos en los diarios, ya que confían en los actos individuales. Por eso, distribuyen unas falsas tarjetas de estacionamiento, donde constan todas las características medioambientales que repudian, para poner en los parabrisas de estas camionetas.
La agresividad de los conductores de las 4x4 tiene su reflejo, sostienen sus enemigos, en los estados importadores de petróleo, que se afirman entonces en sus actitudes neocoloniales con tal de mantener el suministro a estos vampiros insaciables de nafta. Ha llegado la hora de responsabilizar los dueños de las todo terreno por todas las muertes de los últimos años en Irak. El homo-automobilis cree en un "mito de la seguridad" que los anti 4x4 juzgan completamente falso y contraproducente. Citan entonces un estudio del British Medical Journal que descubrió que los conductores de 4x4 son cuatro veces más propensos a usar el celular mientras manejan y a no llevar puesto el cinturón de seguridad.
El error de creerse más a salvo que en un auto normal los lleva a comportarse de manera más riesgosa. La típica escena de la madre cargando o descargando a sus hijos de una enorme camioneta en la puerta del colegio mereció una reflexión del inefable alcalde de Londres, Ken Livingstone: "Cuando ves a alguien intentando maniobrar con uno de estos vehículos cerca de la entrada de la escuela no puedes pensar sino que se trata de un completo idiota". Entre las diez razones que esgrimen los anti 4x4, la primera es: "Usted no es un granjero", para marcar el error urbanístico que implica el uso de algo que no se adapta a la ciudad. Pero la presión del aparato publicitario es tan fuerte que sólo les queda confiar en la fuerza del individuo, que no está dada en nuestros días tanto por lo que compra, sino más bien, por lo que se resiste a comprar.

Fuente:
Bernardo Sagastume
Agencia MP
http://www.agenciamp.com.ar/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá en Chile se instale un movimiento anti 4x4 como en Europa. Basta viajar unos minutos en Santiago para comprobar que de 10 conductores prepotentes, 8 conducen estos "tractores urbanos".